Buscar este blog

martes, 3 de mayo de 2016

LA DECADENCIA DE LAS ARDENAS

GASPAROTTO, VALVERDE Y POELS


Gasparotto dedica la victoria a Demoitié
Lo que venía siendo una temporada rara tornó en decepcionante hablando de las clásicas de las Ardenas. De los ganadores sorpresa Van Avermaet -Tirreno-, Démare -Milan San Remo- y Hayman -Roubaix- presentamos a Enrico Gasparotto, el nuevo vencedor en la colina del Cauberg. Aunque ya ganador en 2012, pocos esperábamos del ex campeón italiano cual emotiva victoria en memoria de Antoine Demoitié. Pero lo épico de su victoria no se pudo buscar en la propia carrera pues más de 30 cotas y 240 km valieron más bien de poco. El mal estado de Kwiatkowski, la lesión de Gilbert y, con Valverde haciendo amigos en Castilla y León el terreno quedó sembrado para que los segunda fila recogieran los frutos. El más fuerte de ellos, Tim Wellens protagonizó el momento más tenso de la carrera aunque bien podría haber ganado de no haber usado esa estrategia. Con un top 10 que parece de carrera continental, Orica dejó escapar una oportunidad única con sus dos bazas esprintando en paralelo, imagen de la entrega de Gerrans hacia sus compañeros. Recalcando el segundo puesto de Valgren y la cuenta que nos dimos de cuan daño hizo la falta de Gilbert en la clásica de Limburgo.

Sólo seguir el calendario nos lleva hasta la más emocionante clásica de nuestro tiempo, nótese la ironía. De nuevo un recorrido inútil para que más de 80 corredores llegaran al Muro de Huy -o debería decir muro de Valverde- en cabeza. El único combativo y amado por todos Wellens nos proporcionó de la única intentona aunque Tim, hubiese sido de utilidad no avisar tu ataque el día antes de efectuarlo. Todo quedó en nada para que Valverde siguiera ruedas hasta cruzar la línea de meta casi silbando para convertirse en el máximo ganador histórico de la prueba.

Por último, el adjetivo dado a esta temporada de rara encajó a la perfección en una Lieja en dónde, según el diario Marca por tener una cota de pavés y hacer mal tiempo los favoritos debería ser Tom Boonen y Cancellara o aquellos especialistas en las clásicas de flandes-ningún top 10 pesaba más de 70 kg- Una Bélgica nevada acogió una jornada muy dura de ciclismo. Las reservas de grasa valieron al resurgido Betancur para ser protagonista durante unos km. Así como un ataque en St. Nicolas que parecía el bueno pero, sin nadie enterderlo se paró en seco y se dejó caer incluso del pelotón. Inexplicable pero cierto, Zakarin y Rosa sacudieron el árbol pero ya cazados, se formó el grupo vencedor en la nueva Rue Naniot con un Albasini increíble, un Rui Costa tan atento como rata en los relevos, un Poels muy inteligente y un Samu que, aún siendo el más débil del grupo logró aguantar para conseguir un meritorio 4º puesto. El impresionante suizo fue muy generoso, tanto como increíble la actitud de Rui Costa quién no pasó al relevo ni en la bajada. Parecía tan concentrado en no dar relevos que olvidó que es un cazaetapas y no un líder como muchos quieren creer. Albasini, muy generoso lideró al grupo en la curva de Ans en cuya salida, Poels lanzó su aceleración. El suizo, más rápido y quizás más fuerte se vio relegado a la 2ª posición tras haber gastado tanto.

Finalmente, el gran vencedor, David y desde aquí las felicitaciones, el iluminado que apostó por Poels y se llevó 50 €. Lo mejor que han reportado las Ardenas, me quedó mejor con la última etapa de Yorkshire.

lunes, 2 de mayo de 2016

TOUR DE YORKSHIRE

EL TOUR DE YORKSHIRE POR ENCIMA DEL RESTO

LA JÓVEN CARRERA EN TIERRAS INGLESAS DEJA UN TREMENDO ESPECTÁCULO

La tarde del 1 de Mayo de 2016, día de la Madre, y por ende, domingo de ciclismo, ha traído cuatro o cinco carreras del circuito profesional ante nuestros ojos. Una carrera de un día en Alemania -cuyo nombre no logro recordar-, una etapa de la Vuelta a Asturias -con Carlos Alberto Betancur como vencedor de etapa- y tres finales de vueltas por etapas: Romandia (WT), Turquía (HC) y Yorkshire (2.1).

Servidor abordará lo acontecido en esta última. El Tour de Yorkshire, una carrera de tan reciente nacimiento que lo hizo en 2014, y que surgió del paso del Tour de Francia 2014 por esta zona británica, ha dejado en su segunda edición un brillante espectáculo en sus tres etapas de las que consta. Si bien se celebra en Inglaterra, la ASO, organizadora de la carrera y del Tour de Francia - entre otras tantas- ha tenido a bien llamarla Tour, y no... ¡Return!. Así queda claro que la idea se le ocurrió a los galos.

 No se apresuren a buscar crónicas en sus portales de ciclismo favoritos, no las encontrarán con facilidad. Si cabe en twitter, y estando al tanto en la red, podamos encontrar ítems que destacan momentazos ciclistas de lo acontecido este fin de semana entorno a la ciudad de Leeds. Solo dejaré una reflexión: Si tan World Tour es Dubai, Abu Dhabi u Omán, y tan World Tour se pretende hacer a Strade Bianche, este carrerón (ahora categoría 2.1) no debería ser menos. Por demandar que no quede.

En el corazón de Inglaterra, ahí dónde hace casi dos años el Tour descubrió este territorio, Settle, Doncaster y Scarborough han sido, en esta ocasión, las localidades final de etapa que han recibido a los ciclistas desde el día 29 de Abril hasta el 1 de Mayo. Igual la participación no era prestigiosa, formada por un puñado de equipos WT y sin sus mejores ciclistas, muchos de ellos enrolados en otras competiciones. Igual su situación en el calendario, donde coincide con, recordemos, más de cuatro carreras de igual o más valía, no es la más oportuna. O igual el día de la Madre, fecha en la que se ha disputado su última etapa y más emocionante, no ha llamado tanto la atención del aficionado/prensa como se merece.


De cualquier forma, la carrera ha dejado un tríptico que ya quisieran otras, véase: Una primera etapa de 186 km con el viento siempre en contra y con una media de, solamente, 35 km/h para un recorrido llano, con cotas, pero llano. Victoria final para el jóven Groenewegen del Lotto holandés. Una de las revelaciones de la temporada que viene pidiendo paso. Bajo el mismo paisaje verde, de frío, lluvia y carretera serpenteante -con poco que envidiar a las clásicas- se disputó la segunda etapa con final también al sprint, en unas de las volatas más completas y ajustadas de la temporada. Desde la toma del helicóptero se pudo ver un último kilómetro con alternativas en el domínio, codazos, toques y photo finish para dejar al holandés del Sky, Danny Van Poppel, como ganador de etapa. Uno de esos sprints que hacen contener la respiración al aficionado.



Por último, la tercera etapa que daba fin a esta tapada vuelta, a buen seguro decidiría el ganador final en la clasificación general. 198 km con hasta séis cotas para acabar en la costa. Adam Yates, Nicholas Roche, Steven Kruijswijk, entre otros, aparecieron en la parte final de la carrera para tratar de plasmar su nombre en el corto palmarés de la carrera. Sky dejó en cabeza a un grupo reducido de corredores formando avanicos a 50km de meta. Roche culminó el trabajo de su equipo con un ataque, al que respondieron los antes citados, y a los que más tarde se unió el dúo Turgis (Cofidis)-Voeckler (Direct-Energy). Éste último fue el único que pudo ceñirse a la rueda de Roche, que tensó la carrera en Cote de Oliver´s Mount -última cota del día, dentro de los 10 últimos kilómetros. Todo parecía digno de una clásica belga, un recital de buen ciclismo. El ciclista fránces exhibió su repertorio de muecas y gestos como acostumbra a hacer cuando es apuntado con una cámara, con el mar como testigo y con miles de aficionados en la llegada -cómo poquísimas veces se ve en una cita ciclista. Y a 300 metros de la meta, lanzó un ataque lleno de teatro pero también de fortaleza en sus piernas, al que el irlandés del Sky no pudo contestar.

 Victoria para el veterano del Direct-Energy, que sucede a Lars-Peter Nordhaug como ganador de la carrera en 2015. Victoria del ciclismo, que acumula malas noticias e incomprensibles situaciones y resultados, pero también brillantes acontecimientos como los de esta carrera en plena Inglaterra. Ganó Voecker, tan incomprensible como cuando gana cualquier otro, pero tan irrelevante el dato cuando el espectáculo es tal. Ganó el ciclismo aquel fin de semana de Julio de 2014 en el Tour, porque apostaron por llevar al pelotón ahí. Dos años más tarde, gana el ciclismo fruto de aquella apuesta. Yo, seguiría por esta línea.