La primavera, esa época del año en que la naturaleza aflora y nos ofrece los mejores parajes del año, de la misma manera, el ciclismo florece en primavera. Cada etapa del Tour que pasaba más nos acordamos de la París-Roubaix, del Tour de Flandes o del mejor Giro de toda la historia.
Bauke I "El Sufridor" |
La prueba de que no lo era es que todas y cada una de las etapas de montaña -excluyendo la maravilla de Bardet- fueron para la fuga. Era desolador ver como en la última etapa del Tour, con diferencias mínimas, NADIE quería ganar nada. El conformismo del pelotón nos hizo replantearnos todo. Que si menos ciclistas por equipos, que si se corra sin potenciómetros, que si no debería haber comunicación con los coches.
"Siempre quise llevar uno de esos sombreros vascos" |
Si es cierto que Aru movió la carrera y no pudo, pero seguramente el ciclismo se lo devolverá. Sólo hay que mirar el caso Mollema, que nos ganó en este Tour. Tras quedarse, llegar al grupo y atacar. Poniendole cojones al asunto no alcanzó un buen resultado pero si ganó, ganó el aplauso de la afición que era lo que le quedaba ya que aún sin haberse movido no habría logrado nada. Y el ciclismo se lo devolvió, este mismo fin de semana, en la Clásica de San Sebastian el holandés logró la mejor victoria de su vida como se tiene que ganar una carrera de este estilo, en solitario sin que ninguna moto pudiera evitarlo.
Pero no preocuparse, el sábado vuelve el ciclismo, o esa es mi esperanza con una carrera incontrolable en la prueba en Ruta de los JJOO. Ganar o ganar, mucha gente debería estar interesada en dar espectáculo porque no pueden ganar de otra forma.